¿Cuántas veces has corrido detrás del autobús porque si no le perdías y te tocaba esperar un rato hasta el siguiente?, con el Superbus creado por los alemanes para el gobierno de Dubái, no intentes seguirlo.
Desde hace ya muchos años, a nadie le extraña las
múltiples excentricidades que los jeques de Oriente Medio compran con sus
petrodólares, la expresión de que el dinero no compra el estilo se hace más
patente en las ricas calles de Dubái.
En abril de este año se celebró en el pequeño emirato
de Dubái, la 59º edición de la Feria Mundial de Transporte Público siendo el foco
de atención el autobús más rápido del mundo, el Superbus.
El nombre es lo único convencional de este mutante
entre autobús y limusina creado por el neerlandés Wubbo Ockle. Físico y
astronauta de profesión, el Dr. Ockle colabora desde el año 2004 TU Delft
University of Technology de Holanda en la construcción de un vehículo eléctrico
capaz de alcanzar altas velocidades transportando a más personas que cualquier
otro vehículo eléctrico.
El Superbus o como se le conoce “La Solución Holandesa”
es un vehículo de 15 metros de longitud, más de 2,5 metros de ancho que para
mejorar la aerodinámica, cuenta con sólo 1,65 metros de altura. Sus dimensiones
no dejan a un lado el impresionante paquete de lujo que trae, los asientos de
piel, los acabados en cuero y maderas nobles junto con la conexión wifi de……no
se ni como nombrarlo, este vehículo, hace que las 23 personas que puede transportar,
se sientan más bien en una superlimusina que en un simple autobús.
Se mueve gracias a unas baterías de litio
de 600Kw que desarrollan hasta 818 CV con una velocidad punta de 249 Km/h y una
autonomía de 210 km. Gran parte de la responsabilidad de esta fantásticas
cifras, recae en la diseñadora Antonia Terzi, ex-jefe de aerodinámica del
equipo BMW-Williams de Fórmula 1 que fue la responsable final del diseño del
auto.
La carrocería está fabricada mayoritariamente en fibra
de vidrio con apertura de sus ocho puertas de ala de gaviota al más estilo DeLorean, permitiendo una agradable entrada y salida del vehículo después del curioso viaje.
Un vehículo así, no sólo debe ir rápido, también es necesario que pueda frenar y por eso se ha logrado que necesite únicamente 200 metros para frenar desde los 150k/h hasta pararse, una cifra bastante ridícula
viendo sus dimensiones.
Como era de suponer, el gobierno de Dubái no ha
tardado mucho en adquirir este vehículo, se piensa que por 13 millones de
dólares, para unir Dubái con Abu Dhabi, un recorrido de 120 kilómetros en que
se emplearían unos escasos 30 minutos.
Fuente: alfistas.es, blogelectricos.com, blogingenieria.com, gizmodo.es,
youtube.com, …
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