Como no puede ser de otra manera, aquellos elementos responsables y protagonistas de los más siniestros, famosos o macabros asesinatos, son siempre señalados como “joyas” o unidades a destacar. Al igual que el “Little Bastard” Porsche 550 Spyder de James Dean, o el Plymouth Fury de 1958 de Stephen King, hay un vehículo que aglutina multitud de historias, y que fue testigo presencial del germen de la I Guerra Mundial, el Gräf & Stift Double Phaeton.
El modelo Gräf & Stift Double Phaeton pertenece a la firma austriaca Gräf & Stift, país que en esos momentos iniciaba su carrera automovilística con otras firmas del motor: Austro Daimler, Steyr o Praga.
Gräf & Stift surgió en los albores del automóvil, que entonces era un bien que sólo los más adinerados podían permitirse, Gräf & Stift era un fabricante de automóviles, autobuses y tranvías, fundado en los primeros años del siglo XX. Sus responsables – los hermanos Gräf – cambiaron pasaron de su taller de bicicletas a colaborar con el importador de automóviles Wilhelm Stift en la fabricación de vehículos.
Especializados en automóviles de lujo, entre sus clientes se encontraban relevantes miembros de la aristocracia austríaca, como el conde Franz von Harrach, propietario de la unidad en la que se cometió el trágico atentado.
El modelo en cuestión, un Double Phaeton de 1910, era una limusina de a seis pasajeros, equipado con un motor delantero de 4 cilindros, 5.800cc y 32 CV de potencia.
Después de más de un siglo de su existencia, el Gräf & Stift Double Phaeton hubiera pasado al olvido si no fuera por un hecho relevante el 28 de Junio de 1914.
Fue en este modelo – en concreto aquel con número 287 de motor y matrícula A III 118 – en la ciudad de Sarajevo provincia Bosnia-Herzegovina, perteneciente al imperio Austrohúngaro, donde por el malogrado heredero del trono imperial astro húngaro, el archiduque Francisco Fernando, sufrió el atentado por parte del terrorista serbobosnio Gavrilo Princip, que terminó acabando con su vida, iniciando la desastrosa I Guerra Mundial, germen a su vez de la II Guerra Mundial.
Es en el año 1919 finalizada la I Guerra Mundial, cuando el Gräf & Stift Double Phaeton, sufre su segunda desgracia, al convertirse en objeto de leyendas, mentitas y maldiciones.
La rumorología alrededor de este coche, comentaba que la totalidad de sus propietarios, eran protagonistas de sucesos de mala suerte, cercanos – algunos demasiado – a la muerte de ellos mismos.
La Gran Guerra había finalizado varios años, cuando el Gräf & Stift Double Phaeton pasó a formar parte de la propiedad del gobierno austriaco para exhibirlo en un museo, el cual bombardeado en la Segunda Guerra Mundial. Tras el bombardeo, se salvaron pocos objetos, entre ellos, el Double Phaeton.
A partir de este instante es cuando la leyenda aumenta aún más. El Double Phaeton fue el protagonista de hasta cuatro accidentes. Ya era patente la creencia que el coche al estar maldito, debería ser destruido. En ese momento, un nuevo propietario – doctor en medicina en este caso – se opuso a su destrucción, negando que el coche estuviese maldito. Tras seis meses de conducción sin incidentes el cuerpo sin vida del doctor apareció aplastado bajo el coche, que había volcado en un camino.
Otro doctor lo adquirió y lo reparó, pero sus pacientes dejaron de acudir a su consulta, creyendo que algo malo les pasaría. El doctor se salvó, vendiendo el coche a un adinerado suizo, que lo usaba en rallyes. Un accidente ridículo catapultó al piloto fuera del coche, rompiendo su cuello al caer por encima de un muro.
Un granjero de éxito fue el siguiente dueño. Un buen día, el coche se negaba a arrancar. Otro granjero intentó ayudar a remolcar el coche, pero por motivos desconocidos y complicados de explicar, el coche terminó aplastando a ambos.
Tiber Hirschfield fue el último dueño. Sabía del historial del coche, y por ello ordenó que fuese pintado de color azul claro, con la idea de ahuyentar a los malos espíritus. Todo intento fue en vano, y el Gräf & Stift se cobró seis víctimas más, sufriendo un nuevo accidente de camino a una boda que acabó en tragedia. Al parecer, fue la gota que colmó el vaso: el gobierno austriaco compró el coche y lo restauró, para exponerlo en el Museo Militar de Viena. La historia de este infernal vehículo no terminó ahí, ni mucho menos.
Sólo hay dos hechos ciertos en una historia que se ha hecho popular en Internet. En efecto, fue el coche en el que los herederos del Imperio Austro-Húngaro fallecieron asesinados, y sobrevivió al bombardeo del Museo Militar de Viena durante la Segunda Guerra Mundial, pero eso es todo. El coche siempre fue de color negro, Serbia no tuvo gobernador tras la guerra y el coche no se cobró ninguna víctima directa, a no ser que creamos que la Primera Guerra Mundial fuese culpa directa de un inofensivo trozo de metal con ruedas.
No obstante, hay un detalle cuanto menos curioso: la matrícula del coche. En ella se puede leer A III 118. Haciendo un ejercicio de abstracción, la A significaría armisticio, y el resto de cifras puede interpretarse como la fecha 11/11/18. Exactamente el día en el que se firmó el armisticio en Versalles, poniendo fin al conflicto más sangriento hasta la fecha.
En el presente, el Double Phaeton es expuesto en el Museo de historia militar de Viena (Austria). Mantiene un color negro indefinido, ni rojo ni azul claro, pero no tiene trazas de haber sido repintado o arreglado: de hecho todavía aparece el agujero de los balazos con la pintura saltada, lo cual es muy sospechoso si fue reparado tantas veces.
En el año 2002 los descendientes del propietario original, el conde Franz von Harrach – que aún conservan los papeles del vehículo – pretendían recuperarlo, o al menos parte del valor monetario que actualmente se calcula en unos cinco millones de euros. Por los registros que constan, la limusina fue enviada al Museo directamente tras el asesinato y sigue allí desde entonces. Toda la historia de los propietarios intermedios es una mentira bien hilvanada..
Fuente: Tierramotor,Elece, Best Race, Diario Motor, Excelencias del Motor, ...
Gräf & Stift surgió en los albores del automóvil, que entonces era un bien que sólo los más adinerados podían permitirse, Gräf & Stift era un fabricante de automóviles, autobuses y tranvías, fundado en los primeros años del siglo XX. Sus responsables – los hermanos Gräf – cambiaron pasaron de su taller de bicicletas a colaborar con el importador de automóviles Wilhelm Stift en la fabricación de vehículos.
Especializados en automóviles de lujo, entre sus clientes se encontraban relevantes miembros de la aristocracia austríaca, como el conde Franz von Harrach, propietario de la unidad en la que se cometió el trágico atentado.
El modelo en cuestión, un Double Phaeton de 1910, era una limusina de a seis pasajeros, equipado con un motor delantero de 4 cilindros, 5.800cc y 32 CV de potencia.
Después de más de un siglo de su existencia, el Gräf & Stift Double Phaeton hubiera pasado al olvido si no fuera por un hecho relevante el 28 de Junio de 1914.
Fue en este modelo – en concreto aquel con número 287 de motor y matrícula A III 118 – en la ciudad de Sarajevo provincia Bosnia-Herzegovina, perteneciente al imperio Austrohúngaro, donde por el malogrado heredero del trono imperial astro húngaro, el archiduque Francisco Fernando, sufrió el atentado por parte del terrorista serbobosnio Gavrilo Princip, que terminó acabando con su vida, iniciando la desastrosa I Guerra Mundial, germen a su vez de la II Guerra Mundial.
Es en el año 1919 finalizada la I Guerra Mundial, cuando el Gräf & Stift Double Phaeton, sufre su segunda desgracia, al convertirse en objeto de leyendas, mentitas y maldiciones.
La rumorología alrededor de este coche, comentaba que la totalidad de sus propietarios, eran protagonistas de sucesos de mala suerte, cercanos – algunos demasiado – a la muerte de ellos mismos.
La Gran Guerra había finalizado varios años, cuando el Gräf & Stift Double Phaeton pasó a formar parte de la propiedad del gobierno austriaco para exhibirlo en un museo, el cual bombardeado en la Segunda Guerra Mundial. Tras el bombardeo, se salvaron pocos objetos, entre ellos, el Double Phaeton.
A partir de este instante es cuando la leyenda aumenta aún más. El Double Phaeton fue el protagonista de hasta cuatro accidentes. Ya era patente la creencia que el coche al estar maldito, debería ser destruido. En ese momento, un nuevo propietario – doctor en medicina en este caso – se opuso a su destrucción, negando que el coche estuviese maldito. Tras seis meses de conducción sin incidentes el cuerpo sin vida del doctor apareció aplastado bajo el coche, que había volcado en un camino.
Otro doctor lo adquirió y lo reparó, pero sus pacientes dejaron de acudir a su consulta, creyendo que algo malo les pasaría. El doctor se salvó, vendiendo el coche a un adinerado suizo, que lo usaba en rallyes. Un accidente ridículo catapultó al piloto fuera del coche, rompiendo su cuello al caer por encima de un muro.
Un granjero de éxito fue el siguiente dueño. Un buen día, el coche se negaba a arrancar. Otro granjero intentó ayudar a remolcar el coche, pero por motivos desconocidos y complicados de explicar, el coche terminó aplastando a ambos.
Tiber Hirschfield fue el último dueño. Sabía del historial del coche, y por ello ordenó que fuese pintado de color azul claro, con la idea de ahuyentar a los malos espíritus. Todo intento fue en vano, y el Gräf & Stift se cobró seis víctimas más, sufriendo un nuevo accidente de camino a una boda que acabó en tragedia. Al parecer, fue la gota que colmó el vaso: el gobierno austriaco compró el coche y lo restauró, para exponerlo en el Museo Militar de Viena. La historia de este infernal vehículo no terminó ahí, ni mucho menos.
Sólo hay dos hechos ciertos en una historia que se ha hecho popular en Internet. En efecto, fue el coche en el que los herederos del Imperio Austro-Húngaro fallecieron asesinados, y sobrevivió al bombardeo del Museo Militar de Viena durante la Segunda Guerra Mundial, pero eso es todo. El coche siempre fue de color negro, Serbia no tuvo gobernador tras la guerra y el coche no se cobró ninguna víctima directa, a no ser que creamos que la Primera Guerra Mundial fuese culpa directa de un inofensivo trozo de metal con ruedas.
No obstante, hay un detalle cuanto menos curioso: la matrícula del coche. En ella se puede leer A III 118. Haciendo un ejercicio de abstracción, la A significaría armisticio, y el resto de cifras puede interpretarse como la fecha 11/11/18. Exactamente el día en el que se firmó el armisticio en Versalles, poniendo fin al conflicto más sangriento hasta la fecha.
En el presente, el Double Phaeton es expuesto en el Museo de historia militar de Viena (Austria). Mantiene un color negro indefinido, ni rojo ni azul claro, pero no tiene trazas de haber sido repintado o arreglado: de hecho todavía aparece el agujero de los balazos con la pintura saltada, lo cual es muy sospechoso si fue reparado tantas veces.
En el año 2002 los descendientes del propietario original, el conde Franz von Harrach – que aún conservan los papeles del vehículo – pretendían recuperarlo, o al menos parte del valor monetario que actualmente se calcula en unos cinco millones de euros. Por los registros que constan, la limusina fue enviada al Museo directamente tras el asesinato y sigue allí desde entonces. Toda la historia de los propietarios intermedios es una mentira bien hilvanada..
Fuente: Tierramotor,Elece, Best Race, Diario Motor, Excelencias del Motor, ...
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