El Volkswagen Chileno.
Tan curiosa como efímera, la historia de de la primera y única experiencia
automotriz chilena radicó en el deseo político “coche del pueblo”, idea
condenada a una muerte prematura por los cientos de problemas surgidos,
generando una leyenda y aura de intriga que ya sólo comparten aquellos modelos
que fueron en su día, el patito feo de la carretera.
La corta pero intensa vida del Yagán, se inció a
principios de la década de los años 70´S, Pedro Vuskovic, Ministro de Economía del
gobierno de la Unidad Popular– secundado por el presidente Allende – decidió fabricar en territorio chileno unvehículo capaz de satisfacer la creciente demanda de automóviles por parte del
pueblo chileno y que el mercado era incapaz de satisfacer.
Se decidió buscar a lo largo de todo el mundo un vehículo de uso urbano cuyo costo de
fabricación fuera menor a los 200 USD de la época, cifra asumible por aquellas
familias que deseaban motorizarse en ese momento.
La cifra de 200$ no lograba adquirir vehículo alguno –
se pensó en un pésimo coche de fabricación vietnamita que no era vendido ni en
su lugar de origen – si pudiendo optar a motores franceses importados de
Argentina bajo licencia Citroneta – motores muy pequeños refrijerados por aire
pero de gran durabilidad – , optando por fabricar
el resto del vehículo en la planta de Citroën en Arica, Chile, creando así
una sociedad entre la Corporación de Fomento de Chile y la empresa francesa,
creando el consorcio CORFO- Citroën.
La fabricación de este vehículo estaba bajo las especificaciones que ofrecía Citroën a sus vehículos FAF Facile à fabriquer, facile à financer entre los que estaban el famosos Citroën 2 Cv el
Ami 8 y más tarde el hippie Mehari, asegurándose una planta, unos empleados y
un proceso de fabricación con las mínimas garantías, o eso se creía, ya que las
espartanas características estéticas y mecánicas del Yagán, sólo respondían a
la pésima formación de los operarios y las más que rústicas técnicas y métodos
de fabricación.
Con un 50% de componentes
de origen chileno en la fabricación, el alto precio de crear moldes o
matrices de las piezas de metal del coche, hicieron que cada uno de los 1500 Yagán
fabricados desde 1971 hasta 1973– hay fuentes que enuncian entre 600 y 2000
unidades fabricadas - fueran diferentes
entre ellos, creando auténticos problemas no a la hora de fabricarlos, pero si
en su ensamblaje.
La respuesta a la pregunta del porque de las formas angulosas y poco brillantes de este
modelo, rozan la hilaridad. Al ser imposible económicamente importar
carrocerías de países como Argentina o Uruguay, se decidió fabricar en las
mismas instalaciones de Arica una propia para el Yugán. El gran problema se
produjo al disponer únicamente de una máquina
plegadora semi-artesanal usada para doblar metales sólo en líneas rectas.
Con este instrumento, moldearon las formas que se encajaron sobre el chasis y
el motor, cada uno de manera diferente, sufriendo cada unidad de asimetrías y diferencias claramente
visibles a la vez que encarecía el producto por la nula automatización del
proceso.
Otra de las grandes características del Yagán, era la carencia tanto de puertas – sustituidaspor unas endebles cadenas – como de techo sólido, sustituyendo éste
una primitiva estructura de metal en forma de canasta, en la que los usuarios
podían colocar lonas o forro para evitar sufrir las inclemencias del tiempo.
Durante años, Pedro
Medina fue el jefe de armaduría de
Citroën en Arica y según sus propias palabras, “para armar al Yagán había que tener un martillo, una lima y paciencia”,
reflejando en sus palabras las pésimas condiciones de fabricación de este
modelo, que fueron como poco, muy escasas.
Feo y de mala calidad, el Yagán competía en precio frente a los caros vehículos occidentales
como el Renault 4, el Fiat 600, el Austin Mini o incluso contra el Citroën 2CV,
vehículos que a pesar de fabricarse en factorías radicadas en países
latinoamericanos – reduciendo el precio final del auto –, a causa de los
fuertes aranceles de entrada en Chile, resultaban prohibitivos para el pueblo
chileno. A pesar de ello, la primera remesa compuesto por 200 unidades en
colores naranja, verde y café, tuvieron una escasa recepción por parte del
pueblo chileno, cifra que no aumentó significativamente a lo largo de su
periodo de fabricación.
Después del golpe de estado ocurrido en 1973, se cesó la fabricación de este modelo,
comprando el stock existente el ejército chileno para su división de infantería,
debido a que el levantamiento de los altos aranceles de las importaciones,
logró llenar de autos japoneses – baratos y de muy alta calidad – las carreteras
chilenas.
Como curiosidad, el nombre Yagán, se le otorgó a este modelo en una decisión interna de
Citroën, en honor a los pobladores del mismo nombre asentados en al sur y hacia
el oeste de la isla Grande de Tierra del Fuego, hasta los canales Magdalena y
Cockburn, en terriotio chileno.
VW Beetle, sólo hay uno.
Fuente: AutoPasión18.com,
LaCuarta.com, OpsChile,…
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