1970. No podía ser en otro año. En el inicio de la década de los coches potentes y la gasolina barata, desde General Motors, presentaban el que fue durante años, el buque insignia de su firma, el Buick GSX.
Tradicionalmente, la firma Buick perteneció al estrato superior de General Motors, inmediatamente por debajo de la poderosa Cadillac. Los grandes motores y las apariencias arriesgadas nunca fueron su seña de identidad, hasta 1970.
Utilizando como base el conocido modelo Skylark, surgió la bestia de Buick, el modelo GSX. Sólo hizo falta instalar un motor (mucho) más potente y grande. Con un V8 HO de 455 pulgadas – casi 7.500cc – el GSX de 1970 era un vehículo de más de 300CV.
Para los más exigentes, se desarrolló modelos del GSX con un motor más potente, el denominado 455 Stage 1. Con estas versiones, la potencia de 400CV estaba muy cerca de ser lograda, la cual se transformaba en velocidad a las ruedas traseras gracias a una poderosa caja de cambios de 4 marchas.
Utilizando como base el conocido modelo Skylark, surgió la bestia de Buick, el modelo GSX. Sólo hizo falta instalar un motor (mucho) más potente y grande. Con un V8 HO de 455 pulgadas – casi 7.500cc – el GSX de 1970 era un vehículo de más de 300CV.
Para los más exigentes, se desarrolló modelos del GSX con un motor más potente, el denominado 455 Stage 1. Con estas versiones, la potencia de 400CV estaba muy cerca de ser lograda, la cual se transformaba en velocidad a las ruedas traseras gracias a una poderosa caja de cambios de 4 marchas.
Es imperativo recordar que en estos años, lo sobrepotenciación de motores para carreras – legales o ilegales – era un negocio muy lucrativo. Por ello, se fabricó – en un principio bajo secreto – una versión del motor aún más radical: Stage 2.
La profesionalización de esta etapa, se demostraba en que únicamente Buick podía instalar este desarrollo. Contemplado en un carburador de 850 cfm ,una leva con mas alzada, pistones forjados, admisión de aluminio de alto flujo y una compresión de 12,5 a 1, dejaba claro que el asfalto de circuitos era su lugar.
El inicial secretismo de este modelo, sumado a las altas probabilidades de accidentes, han dejado muy pocas unidades Stage 2 originales en la actualidad. En un inicio se pensaba en dos unidades fabricadas, cifra que fue aumentando a tres e incluso a 15 – algunos citan 75 unidades –.
Si por dentro el GSX era radical, lo debía ser por fuera también. Por ello. Las líneas racing fueron las únicas disponibles: Blanco Apollo –con 187 unidades vendidas – y el más común Amarillo Saturn con 491 autos vendidos.
Rayas deportivas, tacómetros sobre el capó delantero, barras estabilizadoras, neumáticos especiales para este modelo y llantas cromadas eran el común del Buick GSX.
En la actualidad, es común ver algún GSX en venta, por una cifra que supera con creces el valor actual de cualquier Muscle Car S.XXI.
El inicial secretismo de este modelo, sumado a las altas probabilidades de accidentes, han dejado muy pocas unidades Stage 2 originales en la actualidad. En un inicio se pensaba en dos unidades fabricadas, cifra que fue aumentando a tres e incluso a 15 – algunos citan 75 unidades –.
Si por dentro el GSX era radical, lo debía ser por fuera también. Por ello. Las líneas racing fueron las únicas disponibles: Blanco Apollo –con 187 unidades vendidas – y el más común Amarillo Saturn con 491 autos vendidos.
Rayas deportivas, tacómetros sobre el capó delantero, barras estabilizadoras, neumáticos especiales para este modelo y llantas cromadas eran el común del Buick GSX.
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