Del sueño de un ex bróker, el Mosler Consulier se presentó en el momento de más declive de los muscle car americanos, aprovechándose de los motores turbos para batirles en las pistas
Warren Mosler junto con el capital necesario obtenido a lo largo de su vida de bróker más lo logrado a través de una envidiable campaña financiera, fundó en 1985 la que sería su compañía automovilística: Consulier Industries.
Su primer modelo y quizás el más polémico surge antes de finalizar el primer año de vida de la compañía, bajo el nombre de Mosle Consulier GTP. Creando desde cero un chasis íntegro en fibra de carbono y colocando un pequeño motor turbo Chrysler de 2.2 litros, dejó en menos de la tonelada el peso total del coche.
Un interior espartano y un exterior en que las ópticas delanteras soportan la totalidad de las miradas de periodistas, profesionales y cualquier persona que se lo cruce, monopolizaron el espacio de la prensa especializada del momento.
Aviso en prensa escrita sobre el Mosler Consulier GTP |
Un interior espartano y un exterior en que las ópticas delanteras soportan la totalidad de las miradas de periodistas, profesionales y cualquier persona que se lo cruce, monopolizaron el espacio de la prensa especializada del momento.
Como una excepcional campaña de comunicación y marketing realizada por Consulier Industries, se retó a batir al Mosler Consulier GTP en cualquier circuito norteamericano, con 25.000 dólares americanos como premio.
Tuvieron que ser desde Car & Driver quienes aceptaron el reto. Con un Corvette C4 y rodando hasta tres veces con cada coche por las pistas de Proving Grounds Chrysler – Chelsea Michigan – se lograron tiempos casi idénticos. Por un solo segundo de diferencia – en 1:21.01 frente a 1:22.56 – tuvo que ser el Corvette quien ganara el desafío. Los que probaron el Consulier, pudieron comprobar en primera mano, su dificultad de manejo y lo pobre de sus frenos.
Sin el menor de los gestos de entrega de los 25.000$, se impugno desde Consulier Industries el resultado. El modelo de Mosler Consulier GTP probado, no era propiedad de la empresa, contaba con varios kilómetros en su motor y tenía accesorios y extras no aplicables a los modelos de serie.
Solicitando una segunda carrera en un modelo oficial de la compañía, tuvo que ser la publicación Car & Driver quien no sólo se negó a participar, sino que redacto un artículo declarando las malas características del Mosler, comparándolo con un Datsun ZX.
Después de varios años ganando cualquier competición o carrera donde participara – algunas veces casi rozando el insulto a sus contrincantes – en el año 1991 y sin ninguna razón aparente y bajo el mayor de los secretos. la IMSA – International Motor Sports Association – le prohibió participar en cualquier carrera oficial.
Dos años después se detenía la producción del Mosler Consulier GTP cpn sólo 100 unidades vendidas y muy demandadas en la actualidad. El fin de este coche coincidía con el “fictico” final de la compañía, al reconvertirse en Consulier Ingeniería.
Sin el menor de los gestos de entrega de los 25.000$, se impugno desde Consulier Industries el resultado. El modelo de Mosler Consulier GTP probado, no era propiedad de la empresa, contaba con varios kilómetros en su motor y tenía accesorios y extras no aplicables a los modelos de serie.
Solicitando una segunda carrera en un modelo oficial de la compañía, tuvo que ser la publicación Car & Driver quien no sólo se negó a participar, sino que redacto un artículo declarando las malas características del Mosler, comparándolo con un Datsun ZX.
Después de varios años ganando cualquier competición o carrera donde participara – algunas veces casi rozando el insulto a sus contrincantes – en el año 1991 y sin ninguna razón aparente y bajo el mayor de los secretos. la IMSA – International Motor Sports Association – le prohibió participar en cualquier carrera oficial.
Los últimos años y de manera casi artesanal, se pudo fabricar en un ámbito de confidencialidad, alguna versión spyder, las cuales resistieron el paso del tiempo gracias a particulares amantes de este modelo.
El auge de los videojuegos centrados en el mundo del automóvil ha dado la posibilidad a través del "Ridge Racer V" de conducir una unidad racing del Mosler Consulier GTP a cualquiera que tuviera una PS2 en el año 2000.
Galería: Google
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