viernes, 10 de febrero de 2023

Ferrari 512 S Modulo

Disruptivo, único, y con ADN de competición, pero (casi) con un final trágico.

Pininfarina y Ferrari. Ferrari y Pininfarina. Dos nombres asociados de la misma manera que “Italia” y “Cavallino”. Escondido en un almacén de Carozzeria Pininfarina, no hace muchos años fue adquirido por un amante del motor, el cual tras una costosa restauración casi termina en llamas.

Empecemos por el principio. Los orígenes del Ferrari 512 S Modulo se asientan en la competición, los cambios de normativa de la FIA y la rivalidad en la pista con la alemana Porsche, en concreto con su icónico modelo 917.



Para que la firma de Maranello pudiera a finales de los años 60 continuar en las competiciones de resistencia de la FIA del Grupo 6, debió cambiar sus prototipos de más de 5 litros de cubicaje de motor, en vehículos de producción – al menos 25 unidades – con un máximo de 3 litros de cilindrada. Toda una revolución.

La mayoría de las unidades fabricadas del Ferrari 512 S, fueron a parar a manos de pilotos de competición. Una de las que no fueron a parar a las pistas de asfalto, fue la unidad que adquirió el propio Pininfarina. ¿Cómo sería posible mejorar el “mejor de los Ferraris” del momento? Usando el chasis y el motor original en una – impactante – carrocería marca Pininfarina, diseñada por uno de sus hombres estrella: Paolo Martin.


Con algo más de 550 CV gracias al V12 de 4994 cc, y a su caja manual de 5 velocidades, el Ferrari 512 S Modulo era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 3’1 segundos, llegando a los 350Km/h. 
Debido al carácter de prototipo, lamentablemente nunca se pudo enfrentar el 512 S Modulo a una prueba que demostrara su carácter “Racing”.

Si sus características de velocidad y potencia no eran suficiente para aupar al 512 S Modulo al Olimpo de la automoción, su diseño completaba los requisitos: Ruedas carenadas – que obligaban a un radio de giro muy escaso –, techo acristalado y un perfil de lo más afilado.


Los mismos puntos que entregaban al 512 S Modulo el aura de “vehículo único”, fueron los que impidieron que saliera en producción, y lo dejaron encerrado durante años en el garaje privado de Pininfarina.

A mediados de la década pasada y a manos del neoyorkino James Glickenhaus, el 512 S Modulo vio la luz del sol de nuevo. Y no sólo eso. Fue sometido a un minucioso proceso de puesta al día mecánica.




A pesar de no poner a prueba los límites de velocidad y aceleración del coche, en 2019 sufrió un pequeño percance. Debido al sistema d escape, el Ferrari 512 S Modulo sufrió un pequeño incendio, con unas consecuencias estéticas en la unidad.

Solucionado estos problemas, de nuevo se puede afirmar que hay una antigua/nueva estrella en las carreteras.


Fuente: motor.es, motorpasion.com, escuderia.com, Car&Driver.com, ...
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