Si
decimos que el malo de la película
conduce un “Chevy del 59” estamos
dejando claro que es del año 1959 y dejándonos una pregunta ¿será muy diferente del de un año antes o
después?
En
los años 20 del siglo pasado, la industria automotriz norteamericana tenía un
problema, un bendito problema, todo el mundo podía optar a la compra un coche,
tal era la situación que en 1922 el 80% de las familias tenían automóvil
propio.
Entendamos
que era un automóvil en los felices años 20. Para poder entender la idea del automóvil
en esas fechas y la sensación que ellos provocaban, retrocedamos en nuestra
memoria casi 100 años.
El
automóvil era un medio de transporte que gracias a Ford y a su Modelo T
podía ser comprado por la gran mayoría de familias. El automóvil hacía las
funciones que años antes hicieron los carromatos o el caballo: transporte, ya
sea de élite en un principio y de masas más tarde gracias a Ford y su economía
de escala.
Con
tal objetivo, la fiabilidad debería ser uno de los pilares básicos de dichos
automóviles, pues sin dicha cualidad, el nuevo invento no hubiera dejado en los
cobertizos a los viejos carros de madera.
Tanta era la fiabilidad y robustez de aquellos primeros modelos, que llegó un momento en que nadie se quiso comprar un automóvil nuevo por la única razón de que ya tenían uno y si ya tenían coche y funciona, ¿por qué comprar uno nuevo?
Ante
esta situación se tuvo que enfrentar Alfred
P. Sloan cuando entró en General
Motors en el año 1922. Con todo el mercado ya copado con automóviles que no
necesitaban grandes recambios y con una gran vida útil impidiendo la compra de
nuevos modelos, la idea era clara, hacer que un producto como el automóvil se
convirtiera en una necesidad.
Alfred P. Sloan |
Su
plan de innovación tenía tres grandes pilares muy marcados. Lo primero que hizo
fue un cambio en el sistema financiero de GM al centralizar la supervisión
financiera de manera que asignaba recursos de manera más conveniente, dando
lugar a una gran eficiencia tanto interna como a los concesionarios y
proveedores.
Otro
pilar del desarrollo de GM fue la venta a plazos, idea que horrorizaba a Ford.
Pudiendo financiar el automóvil, se podía optar a un modelo superior y por
tanto más caro o incluso poder optar a uno más básico cuando sin la
financiación sería imposible.
Para
poder vender coches a personas que ya poseían uno, GM debería saber exactamente
como tendría que ser ese nuevo modelo, para ello creó un departamento de investigación de mercado e I+D.
Con él pudo averiguar que querían tanto consumidores como concesionarios o público en general. Sloan daba una importancia vital a este nuevo departamento, ya que como él decía: “La mayor emoción real que la vida ofrece es la de crear, construir, desarrollar algo útil. Con demasiada frecuencia, no somos capaces de reconocer y rendir homenaje al espíritu creativo. Es ese espíritu el que crea los puestos de trabajo”.
Con él pudo averiguar que querían tanto consumidores como concesionarios o público en general. Sloan daba una importancia vital a este nuevo departamento, ya que como él decía: “La mayor emoción real que la vida ofrece es la de crear, construir, desarrollar algo útil. Con demasiada frecuencia, no somos capaces de reconocer y rendir homenaje al espíritu creativo. Es ese espíritu el que crea los puestos de trabajo”.
El
automóvil pasó a ser una representación del estatus social de quien lo conducía,
concepto que no entendió Ford con su único Modelo T. Por ello, desde GM se creó
la Familia GM con la idea de “Un auto
para cada bolsillo y propósito”.
Se
crearon cinco marcas bajo el mando de GM para que cada estrato social pudiera
optar a un modelo GM sin que compitieran entre ellas. De menos a más precio, la
relación quedó: Chevrolet, Pontiac,
Oldsmobile, Buick y Cadillac.
La
segmentación por precios fue también
utilizada por GM por primera vez en el mundo de la automoción de la siguiente
manera: el precio del modelo básico de cada marca era un poco superior al
modelo más completo de la marca inferior para así atraer al cliente y conseguir
que por un poco más de dinero pudiera optar a un modelo tal vez más básico pero
de una marca con más “clase” y así aumentar su estatus social.
A
pesar de la restructuración de GM con los tres pilares, el problema de vender
coches a quien ya tenía uno seguía existiendo, ¿quién iba a comprar un nuevo
automóvil cuando ya tenía uno? Para solucionarlo, desde GM decidieron hacer
creer a los clientes que no compraban otro coche, sino que compraban uno nuevo,
entendiendo como nuevo un nuevo modelo en que todo el mundo sabría que es eso: nuevo.
GM
fueron los primeros en aplicar el concepto de obsolescencia dinámica, cambiar algo que todavía funciona por uno
nuevo en que la mayor cualidad es la novedad. La idea de GM la tomó del mundo
de la moda y su cambio de tendencias de año en año.
Harley Earl |
Para
tal cometido se contrato a Harley Earl
que trabajo en GM desde 1927 a 1958. Se consiguió diferenciar los modelos de GM
por años y así lograr que todo el público estuviera expectante al nuevo modelo
que iba a llegar cada año.
Tal
era la expectación, que tanto la prensa como diferentes medios especulaban con
restyle o la nueva evolución de los modelos de GM logrando así la compañía
publicidad gratis por un valor de millones de dólares.
Cuando
Sloan se hizo a cargo de GM, las ventas de ésta eran el 25% de las de Ford,
diez años más tarde consiguió superarla y cuando se retiró en 1956, GM tenía
más de la mitad de la cuota de mercado de automóviles de EE.UU, cifra que
mantuvo durante casi diez años más.
Fuente:
noticias.coches.com, sloan.org, brainyquote.com, nytimes.com
Imágenes: google imágenes
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