sábado, 9 de noviembre de 2013

Paulussen Beradino Hardtop

Fabríquelo usted mismo

La insistencia y deseo por conducir un súper deportivo, logró hace casi cuatro décadas, que un amante del motor, construyera su propio auto de ensueño.

Johannes Palusse, era en 1961 un estudiante de ingeniería alemán, enamorado de los autos que copaban los sueños de los entusiastas al motor como el Ferrari 250 GTO, el Ford GT40 y el Lamborghini Miura, modelos que levantaban expectación por donde pasaban como ocurre en la actualidad con LaFerrari, el renovado Ford GT y el Lamborghini Veneno.

Modelo único

Sabiendo Paulussen la imposibilidad de poder adquirir uno de aquellos vehículos, decidió crear el suyo, un auto del que en 1965 obtiene los primeros bocetos y sus primeras maquetas en yeso/madrea – a escala 1:10 – y en fibra de vidrio/resina de poliéster, estas últimas a escala real 1:1.

Con un diseño inspirado claramente en el Ferrari 250GTO, su modelo era en realidad un “tres en uno”. Originalmente disponía de un techo duro – hardtop – que podía retirase y dejar casi a la vista el motor, convertido así en un Notchback – o tricuerpo – permitiendo entrar el sol al vehículo con la retirada del techo, logrando obtener un auténtico roadster.

Sus partes mecánicas eran obtenidas de desguaces, donde pudo encontrar diversas partes de varios modelos de Porsche – modelo 356 y 911 –, Jaguar E Type, Iso Rivolta, Glas 1700 GT o incluso de un VW Beatle.

En 1974 presenta su obra a sus compañeros de la Universidad Técnica de Aquisgran, necesitando una año más para obtener el permiso del servicio técnico de vehículos alemán para su circulación de manera legal, lo que realizará durante 15 años y casi 14.000 km.

Ya jubilado y con más tiempo para dedicarse a su obra, en el año 2009 decide volver a recuperar y arreglar los fallos que entorpecían la normal conducción del vehículo, logrando obtener el primer premio en el Concurso de Elegancia de Castle Classic Days.

Enhorabuena a Palusse y a aquellos que logran sus sueños. 

Fuente: McDrifter.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Qué representan los logos de las marcas de automóviles VI.

Respuesta a los por qué de los diferentes logos del sector del auto móvil.

Desde la alta aristocracia norteamericana, hasta los más humildes orígenes de un amante de la tauromaquia, pasando por la valentía de un aviador, historias y leyendas se cruzan hasta formar una imagen que represente el alma de una compañía de fabricación de automóviles.


La falta de una familia real y una nobleza – en sentido clásico – no le importó al militar y explorador francés Antoine Lamuet, para que después de fundar la que hoy es la ciudad de Detroit – núcleo del sector automovilístico de todo Estados Unidos – se inventara un blasón y se autoproclamara “Señor de Cadillac de la Mothe”.
Siglos después, la más aristocrática de las marcas de coches americanas, decidió tomar prestado tanto el nombre como el blasón, como símbolo para sus diferentes modelos, siendo este el logo de la empresa Cadillac – siempre con sucesivas modificaciones – durante años.

Posiblemente no habría cabida a una discusión ante la cuestión sobre la compañía más famosa de autos de todo el mundo y en caso de haberla, definiendo el campo a autos deportivos, la inmensa mayoría reconocería a la italiana Ferrari como la número uno, siendo reconocido su logo en cualquier parte del mundo.
El “Cavallino Rampante” nació como símbolo de Ferrari casi desde el inicio de ésta – prestado a los modelos de competición de Alfa Romeo durante esos primeros años – siendo oficial y obligatorio la inclusión del Cavallino en todo material de la marca desde 1929.

En la actualidad se puede disfrutar observando cualquier modelo de Ferrari, el cual llevará sobre su asombrosa carrocería el logo del Cavallino en color negro, sobre un fondo amarillo y con los colores de la bandera italiana en posición horizontal en la parte superior, todo ello reunido dentro de una figura con forma de escudo heráldico con las letras SF – Scuderia Ferrari – en los modelos de mayor valor (cercanos a los modelos de competición), encontrándose únicamente el Cavallino en una forma rectangular con fondo amarillo en aquellos modelos más “tranquilos” y de calle.

El por qué de esta representación, se remonta a los primeros años de paz después de la Primera Guerra Mundial, donde Enzo Ferrari – fundador de la compañía – siendo el vencedor de la carrera que recorría el circuito de Savio – en Ravenna, Italia -

El 17 de junio de 1923, Enzo Ferrari ganó una carrera en el circuito de Savio, en Ravenna, donde conoció a la Condesa Paolina, madre del Conde Francesco Baracca, un as de la Aeronáutica militar y héroe nacional tras la Primera Guerra Mundial, que solía pintar un caballo en los laterales de sus aviones. La Condesa pidió a Enzo que usara dicho caballo en sus coches, como un amuleto.

Enzo siempre utilizó el caballo de Baracca con modificaciones, siendo el mayor de los cambio, pintarlo en negro – en honor a los pilotos italianos caídos en la Gran Guerra – en vez del original rojo. La cola del equino apuntaba hacia abajo en el aviado de Baracca, cambiando hacia arriba para los autos de Ferrari, como así los cascos de las patas, las cuales en el original no tenían una definición fija, la pragmática mente de Enzo no iba a permitir dicho desorden, estando las cuatro puntas de las patas en línea recta, formando un ángulo de 58 grados con la horizontal, además de formar una línea vertical el casco de la pata trasera izquierda con la punta de la oreja derecha.

No se debe confundir el emblemático logo de Ferrari con otros similares, como son el del caso de la empresa petrolera austriaca Avanti. Caso curioso es el de Porsche que radicando su sede en Stuttgart, siendo este nombre procedente de Stutengarten, una forma del alemán arcaico Gestüt, que se traduce al castellano como yeguada y al italiano como Scuderia, utilizando de esta manera y desde su inicio de un caballo incorporado en el escudo heráldico. 


El piloto y fundador de la marca italiana de motocicletas Ducati – Favio Taglioni –, utilizó en sus primeros modelos el caballo de Baracca al haber nacido en su misma ciudad, siendo su padre piloto de aviación también. El crecimiento de la popularidad de Ferrari – y un supuesto pago a Favio – hizo que abandonara el uso del caballo negro.

La firma de superdeportivos Lamborghini se sustentó en sus inicios con la gran fortuna de su fundador Ferruccio Lamborghini, amante y apasionado del mundo del toro, incorporando un auténtico toro bravo en el logo de todas sus obras de arte con ruedas además de referencias a la tauromaquia en la totalidad de sus diferentes modelos a excepción del Lamborghini Countach.
Todos ello pertenecen ya a la cultura popular y son perfectamente reconocibles.