Genio o loco.
Cegado con la idea de un vehículo que cruzara los desiertos con
la facilidad que lo hacían los buques en el agua, Johannes Christian Bischoff
diseño un vehículo que revolucionaria el transporte terrestre. La alta
complejidad sumada al avance del desarrollo de la aviación, hizo que el
proyecto nunca viera la luz.
Con
cientos de excéntricos ejemplos, el sector del transporte terrestre y del
automóvil, ha tenido en sus primigenios años, el auge del desarrollo de
extraños prototipos, en que a base de horas de trabajo y con el empleo de tanta
imaginación como esfuerzo nunca se levaron a construir, el vehículo que debería
haber logrado que su fundador fuera reconocido como el Explorador de Desiertos
del S. XX, sólo se quedó en maquetas y fotografías.
Semejante
a un híbrido entre ferrocarril y barco, en 1931 se presentaba el que sería
según su creador, el mejor y más rápido medio de transporte, para “conquistar”
el desierto gracias a su autonomía de 5.000 Km, el Fahrzeug Bischoff.
Las
cifras de tal osadía no eran nada cobardes. Sesenta metros de largo y más de
doce de ancho, dirigido a través de cuatro ruedas de quince metros de diámetro,
todo ello propulsado por un motor capaz de alimentarse con cualquier tipo de
combustible, el cual y según la prensa de la época, desarrollaría unos –
actualmente escasos – 200 Cv.
Como todo lo que diseñaba su creador Johannes Christian Bischoff
no llegó a fabricarse, siendo tal vez una lástima al no poder contemplar la
soberbia de tal vehículo transportando a cientos de pasajeros a través del
desierto.
Fuente: AlPoma.net
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