miércoles, 17 de marzo de 2021

Citroën 2CV Sahara

Desde las dunas del desierto.

Las guerras coloniales francesas en Argel, dieron lugar al desarrollo de un vehículo robusto, de fácil mantenimiento y capaz de cruzar los terrenos más hostiles, todo ello debía fijarse en unos costes escasos. En 1958 en el Salón de Paris, se mostró por primera vez el Citroën 2CV Sahara.

En el mes de junio de 1990 se ponía fin en la factoría portuguesa de Mangualde a la producción de uno de los coches más icónicos jamás fabricados. Eran las 16:00 del 27 de Julio de 1990 cuando el último Citroën 2CV era fabricado.

Gracias a un más que sencillo bastidor, suspensión independiente y un ligero motor bóxer por duplicado, la firma de los engranajes construyó su versión francesa del Ford Modelo T.


El Citroën 2CV Sahara – otras veces llamado Citroën 2CV 4x4 – no sólo tenía por duplicado su motorización, también la transmisión y cambio, de modo que cada uno accionaba un eje del coche. Así se lograba tener un coche de tracción total, con muy poco peso y unas suspensiones muy eficaces, ideal para moverse por todo tipo de terrenos.

Con una comercialización escasa desde 1960, no se llegó a fabricar más de 700 unidades. Un total de 85 de ellas – aquellas fabricadas en la factoría gallega e Vigo – fueron destinadas a la Guardia Civil de tráfico.


La idea de dos motores en un mismo vehículo, recalca la idea y objetivo principal del Citroën 2CV: contener el coste de fabricación. Colocar dos motores resultaba una inversión menor, que el desarrollo de un motor potente, compacto y ligero.

Con 435 centímetros cúbicos cada uno de los motores, el conjunto de ambos ofrecía al conductor la potencia de 14CV, para poder arrastrar por las dunas del desierto los 735 kg de peso del modelo Sahara, y una velocidad máxima de 100km/h. estos motores gemelos sólo se diferenciaban en que el motor trasero necesita que el diferencial gire en sentido contrario para que ambos grupos propulsores avancen en el mismo sentido.

Una palanca junto al selector del cambio acciona la transmisión posterior cuando se pone en marcha el motor trasero, de lo contrario, permanece en punto muerto para no arrastrar la mecánica cuando ésta no está en marcha. El trabajo de ambos motores se sincronizaba usando una única palanca de cambios y un único acelerador.


Una de sus tantas particularidades – y duplicidades – es la entrada de combustible lateral, la cual alimentaba al tanque de 15 litros, que se ocultaban debajo del asiento del piloto y copiloto. El maletero era ocupado por el segundo motor, lo que impedía disponer de una versión dirigida al “gran público”.

Estuvo a la venta hasta 1967 ya que su poca aceptación conllevó el cese de su producción siendo su sucesor el otro 4x4, el Citroën Mehari.

 

El Citroën 2CV Sahara ha sido protagonista de multitud de historias – como la versión Ferrari del 2CV – , pero sin duda alguna, la más interesante es aquella en que un propietario de un modelo Sahara, intentando cruzar el desierto que le otorga su nombre, tuvo que desmontar el vehículo, y convertirlo en una motocicleta.

Actualmente se le considera un vehículo “raro”, pagándose cantidades por una unidad en buen estado de hasta seis cifras. Más económico y asequible, son la multitud de juguetes y maquetas...







Fuente: Autocasion, TopGear, Escuderia, MotorPasion,....
Galería: Google

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