Multitud
de marcas y centros han sacado en estos años una segunda marca más barata o
accesible para ese público que quiere seguir consumiendo sus productos pero no
puede permitírselo: eso mismo es lo que pensó Enzo Ferrari en la década de los 60´S cuando sugirió la idea del Ferrari Dino.
En
los años 60 si querías un deportivo, podías optar por el Lamborghini Miura, De Tomaso Mangusta, Lotus Europa o Matra 530. El problema era que sus
elevados precios, hacía que fueran literalmente imposible para el gran público.
El nombre de Dino viene en honor al único hijo legítimo de Enzo Ferrari. Educado para ser el dino sucesor de su padre, asistió a las mejores universidades, teniendo un trágico final a la edad de 24 años al morir de distrofia muscular en 1.956
Il creatore Enzo tenía claro lo que hacía
especial a sus coches: motores de 12 cilindros de posición trasera, precios muy
elevados y una producción que como él decía: “hay que construir tantos autos como demanda, menos uno”.
Con
el Dino, se podría “atacar” a esas
nuevas firmas que intentaban hacerle sombra (¿Porsche?), dando un golpe en la mesa en cuanto liderazgo y
fortaleza, ya que no debemos olvidar que poco tiempo antes, Ferrari tuvo un intento de
compra por parte de Ford - del que
resulto una tremenda guerra entre ellos, dando lugar al Ford GT40 y al Ferrari Daytona -, nunca antes una guerra entre dos grandes del mundo de las cuatro ruedas, había dado como resultado dos de los mejores y más auténticos deportivos de la historia.
Se
decidió que el motor a utilizar fuera un V6 con tres carburadores dobles, el
cual sería construido por los socios de FIAT,
para así poder homologarlo para poder participar en carreras de Fórmula 2.
Gracias
a los motores construidos en FIAT y al diseño de Pirinfarina, en el año 1.967 sale el primer “Ferrari” Dino 206. De su nomenclatura
explicaremos que el número 206 hace referencia al cubicaje del motor (1.987
cm3) y del número de cilindros del auto (V6).
Los
diferentes modelos de Dino, el 206, 246
GT y 246 GTS, aunque eran hechos
y desarrollados por Ferrari, no llevaban en ningún lugar el il cavallino rampante.
De
líneas claramente deportivas, su aspecto es similar al de un prototipo de
competición, con un morro muy corto, plano y descendente encajado entre las
protuberancias de los pasos de rueda, un inmenso parabrisas muy inclinado y una
cintura lateral muy baja.
El
motor se colocaría en la parte trasera en las primeras unidades, pero a partir
del año 1.970 se decide colocar en posición central-trasera, mejorando así la conducción
y el agarre.
Los
primeros modelos del Dino 206, tenían una potencia de 180 CV y podían alcanzar
los 210km/h. Son cifras tal vez muy “tristes” en las fechas actuales, pero
estamos hablando de un coche que se construyó cuando el hombre todavía no había
viajado a la Luna. En los sucesivos años, se consiguió llegar a los 190 CV y
los 245 km/h con el Dino 246GT.
En
total se construyeron algo más de 3.900 unidades de los diferentes Dino en el periodo de tiempo comprendido entre 1.967 y 1.972, siendo
el más escaso el Dino 206, con sólo 152 unidades, dato que le da un mayor valor
actual sobre sus hermanos mayores, a pesar de ser el “Ferrari” con menos potencia
de los últimos 60 años, alcanzando en algunas subastas los 150.000$ por un
modelo en perfecto estado.
Este modelo, tuvo su momento de éxito cuando fué el objetivo de unos ladrones, los cuales al más puro estilo pirata, enterraron su tesoro.
Menudo
planeta en el que vivimos, que hasta Ferrari tiene su marca blanca.
Fuentes:
Marca.com. elenaferrari.net,
motorpasion.com,…
Imágenes: ferrari.com, google imágenes
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