Es
inevitable hacer este tipo de bromas absurdas al ver el espectacular
prototipo que llevó la marca japonesa Nissan
a la prueba de resistencia más famosa del mundo y que no dejo al público boquiabierto:
el Nissan DeltaWing.
Los
ingenieros de Nissan han intentado crear de la nada y en sólo 100 días, no un
coche para la competición, sino una evolución en las carreras de resistencia,
dejándonos este vídeo de presentación o en el que Ben Bowlby, padre de la criatura nos habla de él en este otro vídeo.
Si
era AUDI en 2.006 cuando sorprendía a
todos ganando la carrera con un modelo diesel, este podría ser el año de
Nissan.
Desde
Japón se decidió primar la aerodinámica que la potencia, por eso este Batmovil
lleva un pequeño motor 1.6 turbo de sólo 91 kg de peso, pero consiguiendo desarrollar hasta 300 cv, una velocidad máxima cercana a los 315km/h y una aceleración de cero a cien kilómetros por hora de sólo 3,3 segundos.
El
tiempo y paradas en boxes son parte primordial en las tácticas en estas
carreras, y el Nissan tiene una ventaja sobre el resto de competidores basada en su bajo
consumo de 40 litros a los 100 km hace que junto al poco castigo que sufre sus
neumáticos, reduzca hasta la mitad las paradas en boxes frente a sus
competidores de las categorías LPM1 y LPM2.
Su reducido peso de 475 kg, 575 kg con combustible y piloto, es también responsable tanto del bajo consumo como de la resistencia de los neumáticos.
Los
neumáticos Michelín, como se puede
observar a primera vista difieren en tamaño.
Si en la parte trasera se montan unas llantas 15" diámetro y 12.5" de
ancho con unos neumáticos 310/620/15, en la punta del coche, tendremos las
ruedas direccionales de 15" diámetro y 4" ancho con gomas 10/31/15
Michelin.
Viendo
el DeltaWing, no cabe duda que su diseño se centra en la aerodinámica. Se
elimina cualquier tipo de alerón, aletín o splitter aerodinámico, dando toda la
importancia al fondo plano del coche y a sus pontones de las aletas traseras.
La eficiencia aerodinámica es también la responsable del carenado de los faros
y de los neumáticos y de su baja altura de 1,03 m.
Las
dimensiones del prototipo de Nissan son cuanto menos, extrañas: sus 4,65 metros
de longitud entra dentro de lo normal
en estos modelos, pero su ancho frontal de 0,76 metros y su ancho trasero de
2,08 metros, le da esa particular forma.
A
pesar de todo el asombro y espectacularidad del diseño, esta joya de la
ingeniería no podía participar de manera oficial en la carrera los días 16 y 17
de junio, ya que sus dimensiones no estaban dentro de lo permitido, pero los
organizadores de la carrera, el Automobile
Club de L´Ouest, le invitaron a correr con el dorsal número cero y cediendo
el garaje 56, el dedicado a vehículos
experimentales que traen nuevas vías de diseño, combustibles alternativos u
otros cachivaches extraños hoy, pero que se montarán en un mañana incluso en
nuestros propios coches de calle.
Los afortunados que pasaron por el
concesionario de Nissan de la calle Raimundo Fernandez Villaverde de Madrid, pudieron apreciar toda su belleza
afinada con un color negro mate que le hace ser un coche de superhéroe.
El día de la carrera fue una fecha especial.
Sólo 107 días antes, el Nissan DeltaWing era un diseño en un papel y ahora
correría en Le Mans, toda una hazaña que nos hace recordar la fabricación del Ford GT40 también en un tiempo récord, pero
esto es otra historia de envidias, rencores y dos grandes hombres como Henry Ford II y Enzo Ferrari.
Después
de pasar la prueba de participación, llegando a recorrer una vuelta del
circuito en un tiempo inferior a tres minutos y cuarenta y cinco segundos, el
prototipo de Nissan tomó la salida.
Después
de más de cinco horas de carrera y mil kilómetros desde el inicio, nada hacía
presagiar el desastre: el Toyota LMP1
golpea al DeltaWing en una arriesgadísima maniobra de adelantamiento que se
puede apreciar aquí, que hecha
literalmente al Nissan de la pista golpeando fuertemente el hormigón de las
protecciones.
En
ese momento era el piloto japonés Satoshi
Motoyama el encargado de su conducción, el cual estuvo más de 90 minutos intentando
ponerlo de nuevo en pista como se aprecia en el vídeo,
pero incluso después de arrancarlo, se dieron cuenta que los problemas de
dirección le hacían imposible su puesta en marcha incluso hasta boxes.
Mientras
el piloto dejaba su coche, fue aplaudido por sus compañeros de equipo,
aficionados que estaba cerca y por los otros dos pilotos que compartían el
suelo DeltaWing, Marino Franchitti y Michael Krumm.
Este
año 2.012 no ha podido ser otro año de la sorpresa, pero puede que el año que
viene con el Green GT H2 se pueda dar la sorpresa.
Imágenes: Nissan, google imágenes
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