El ratoncito
italiano
Es de sobra conocido el pasado oscuro del VW Beetle, el afán de un loco
dio lugar a quizás el vehículo motorizado más reconocido y simpático del mundo,
características que quizás hicieron olvidar su pasado nazi. No mucho más limpio
fueron los inicios del vehículo que motorizó Italia, el Fiat 500 A, e.
Topolino.
Los años 30 estaban en sus
primeros meses de recorrido, cuando desde la cúpula del Ducce, se encarga a la
italiana FIAT, el desarrollo y fabricación de un coche del pueblo con espíritu
Mediterráneo.
Tras decenas de fracasos de
los prototipos fabricados entre 1931 y 1935, los fallos mecánicos de las
unidades producidas, hacían presagiar que la idea del Volkswagen italiano, sólo sería
una nueva intentona italiana de parecerse a la todo poderosa Alemania.
Casi ya rendidos al no lograr un prototipo factible para su producción, el proyecto cayó en las manos de Dante Giacosa, que
utilizando la base de un modelo ya anterior – conocido con el nombre de Balilla
– logró presentar en 1936 el Fiat 500 A, un pequeño biplaza de amplio espacio
interior pero de pequeño aspecto bautizado como Topolino – ratoncito en
italiano-.
Con apenas 13 CV gracias al
motor con cuatro cilindros de 567 centímetros cúbicos, su escaso peso de 540
kg, le permitía alcanzar velocidades superiores a los 85 km/h, a través de su
tracción trasera y caja de cambios manual de cuatro velocidades.
Con el 500 A, el gobierno
italiano logró ofrecer una oportunidad económica y fiable, a la necesidad de
transporte de la mayoría italiana, que demandaba un vehículo digno.
El Topolino – vehículo más
pequeño en su época – montaba su motor en una novedosa parte frontal, por
delante de la suspensión, logrando encajar el radiador de agua por detrás del
cuatro cilindros en vez de la posición frontal natural, otorgando todas estas
novedades un habitáculo amplio y espacioso, en que ni el volante ni pedales,
invadían “el espacio vital” de los ocupantes.
Finalizado su producción en
1948 al modelo 500 B – y éste en 1957 al 500 C – se vendieron más de 122.000 en
Italia, Holanda, Polonia e incluso en la gran Alemania de la pre guerra, siendo
la producción total del modelo 500, superior al medio millón, cifra que debería
aumentarse si se suma sus evoluciones en otras naciones como dan fe el icónico
Seat 600 español.
En la actualidad, los
modelos 500 A son muy demandados por aquellos nostálgicos que buscan un auto
antiguo barato en que su mecánica sea fácil de reparar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario