Si eres uno de los afortunados
propietarios de un Bugatti Veyron y
la cigüeña ha llegado a tu hogar dejándote un churumbel, no tienes porque dejar
de lado tu bonito bólido de la marca francesa. Bugatti ha presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra del año
pasado el coche que pide tu familia: el Bugatti
16C Galieber. El nombre final estuvo en el aire ya que la opción de llamarse Royale recuerdo al modelo Type 41 de los años iniciales de la marca, estuvo muy presente. El nombre responde al número de
cilindros (16C) y a nombrar uno de
los puertos más duros de Los Alpes
que se cruza en el Tour de Francia.
La marca de Molsheim no quería
que su primer sedán en más de 50 años fuera una variante 2+2 de su otra joya,
el Veyron, por lo que han creado una
nueva superberlina cuatro puertas y cuatro plazas cómodamente sentados.
Su motor si será el mismo que se
está montando en el Veyron, pero retirando los cuatro turbos por dos
compresores, dando lugar a un W16 longitudinal delantero de 8 000cc
que desarrollan 800 cv transmitido a su cuatro ruedas motrices por una caja de
cambios automática de 8 velocidades. Con este “corazón”, el Galieber alcanza
fácilmente los 350 km/h y únicamente necesita 4 segundos para alcanzar los 100
km/h arrancando desde cero.
El interior no es un monumento al
lujo ni a la ostentación, al contrario de lo que se pensaba, Bugatti a creado
un interior si de lujo, pero sobrio y sencillo aunque incorpora una sorpresa.
El reloj interior es un Parmiagiani
Reverso Tourbillon que se puede extraer para poder ser llevado en la muñeca
por una correa Bugatti, ya que si tiene los "dineros" suficientes para pagar una máquina como el Galieber, no tendrás lo suficiente para un Rolex (¿?)
Si observamos el coche por fuera,
podemos observar la típica calandra del Veyron en el frontal del Galieber y con un aire un poco vintage, un capó dividido en dos partes que se abre oblicuamente. Ya en la parte posterior, lo primero que resalta son sus ¡ocho tubos de escape! además de tener la tercera luz de freno dividiendo la luna trasera en dos partes . Para seguir con el espíritu
vintage de los año 20, el Galibier lleva una rejilla en la parte central de la
luna delantera recordándonos a una mezcla entre el lujoso Type 41 del año 1.929
y el precioso Type 57 del 1.936 que tantos suspiros provocaba a su paso.
Según algunos rumores, a causa de
las restricciones a la contaminación en grandes ciudades, se está barajando la
opción de crear la versión híbrida, dando lugar así lo que será seguro el
híbrido más potente y rápido del mercado.
Quien quiera una de las 300 unidades deberán abonar alrededor de un
milloncejo de dólares y además esperar al año 2 014 que es cuando se estima que se empezará a producir.
Dicho está, si tienes familia,
buen gusto y pasta, el Bugatti 16C Galibier es donde debes colocar la sillita
de bebé.
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