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jueves, 26 de marzo de 2020

Tatra 603

El vehículo más lujoso y caro tras el Telón de Acero.

Fue la ya desaparecida Checoslovaquia donde las élites políticas nacionales y del resto del también extinto bloque soviético, encontraron el más lujoso sedan detrás del Telón de Acero, el Tatra 603.

Como sucesor de las magníficas unidades del modelo T87, el modelo 603 – con sus sinuosas y futuristas formas – no dispuso ni entonces ni en la actualidad, del reconocimiento merecido a pesar de ser el vehículo sedan más caro no sólo en la Checoslovaquia roja, sino en todo el bloque del Este.
Tatra 603 encima de un modelo Tatrta 87.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Koprivnice como el resto de Checoslovaquia y de toda su industria queda supeditada a los mandatos del Politiburó de Moscú. La fabrica de Tatra no fue una excepción, y sus magníficos modelos de la preguerra – como los sedanes aerodinámicos que inició el Tatra 77 –, no fueron suficiente razón para detener los deseos de la URSS: paralizar la fabricación de vehículos, y centrarse en sus potentes y mecánicamente fiables camiones.

En el caso de desear o necesitar el gobierno checo un vehículo de lujo, se debería solicitar uno de los Zil o GAZ de fabricación soviética. De esta manera y bajo la nueva jefatura de Julio Mackerle, se dan los últimos coletazos de la producción del T87, evolucionándolo hasta el Tatra T600.

Tatra T600.
Llegados a 1951 se consume el deseo de Moscú de dejar de fabricar vehículos de lujo, y centrarse en lo solicitado por el Consejo de Asistencia Económica Mutua, la fabricación de camiones.

Tres años más tarde, y ante la pésima calidad de los sedanes de lujo rusos, y sus casi eternos plazos de entrega, Tartra obtiene de nuevo permiso para producir un automóvil de lujo.



Este permiso fue un alivio para los ingenieros que de manera clandestina, seguían diseñando y fabricando en Tatra sedanes de lujo. En concreto quienes más se alegraron, fueron František Kardaus, Vladimír Popelář y su creación, el, Tatra Valuta.
Tatra Valuta.
El Valuta se utilizó como génesis al modelo 603. Desarrollado a través de varios prototipos, una versión similar a la final fue presentada en la 2da Exhibición de Ingeniería en Berno en Septiembre de 1955, posteriormente se presentó en la Feria de Comercio de Berno en 1956.

Llegado el año 1956 se presentó la primera unidad del magnífico Tatra 603. Oficialmente el Tatra 603 fue presentado en el marco de la muestra Checoslovaca en la Exposición Mundial de Bruselas, de 1958. Llegó a tal punto su éxito, que en la ciudad alemana de Wiesbaden el Tatra 603 conquistó entonces la Cinta de Oro en un concurso de elegancia sobre ruedas.



A partir de aquí, el 603 aparece de manera oficial en varias ocasiones solemnes: Juegos Olímpicos de Invierno en Cortina d’Ampezzo de 1956 y Salón del Automóvil de Nueva York de 1960 fueron un ejemplo de ellos.

Con un precio de casi 14.000 dólares americanos – algo menos del precio de un Rolls Royce Silver Cloud o un Mercedes 300SL de la época – el 603 quedó reservado para jerarcas del Partido Comunista checoslovaco, altos directivos de empresas del estado, las más privilegiadas embajadas rusas en el extranjero, y una unidad blanca con aire acondicionado, fue regalado a Fidel Castro.

Este icono checo era propulsado a través de un motor V8 2.5 litros en la parte trasera. Era refrigerado por dos enormes ventiladores cuyas tomas se aprecian en las aletas traseras del 603.



Con 150 CV el motor V8 desarrollaba un par de 167 Nm a 3.500 vueltas y su régimen máximo de trabajo, las 4.800. Mientras que su consumo se cifraba en 12,5 litros a los 100 kilómetros en ciclo mixto, contando para ello con un depósito de combustible de 55 litros de capacidad.

La propulsión del Tatra 603 era a las ruedas traseras a través de una caja de cambios de cuatro velocidades -todas sincronizadas-. Como era de esperar, y gracias a tener tanto peso colgado por detrás del eje posterior -aunque su motor no era especialmente un lastre, gracias a sus 180 kg-; hacía de esta nave espacial con ruedas un coche con un gran carácter sobrevirador, que requería de manos expertas tras su volante.


Es sin duda su aspecto y gran tamaño – 5,07 mm de largo, 1,91 mm de ancho y 1,53 mm de alto – lo que más llamó la atención del Tatra 603. Era un auto grande de seis asientos. Su carrocería tiene formas redondeadas y su techo se inclina hacia atrás y hacia abajo, en forma de gota de agua, gracias a la cual alcanzaba de manera extra oficial los 170 km/h -aunque la marca anunciara 160 km/h de manera oficial.


Los tres faros con los que el 603 “miraba” la carretera, era el gran diferenciador con los otros – y escasos – vehículos que se podían ver en las carreteras del otro lado del Telón.

Fabricado hasta 1975 – casi 20.500 unidades – tuvo hasta tres modificaciones…si se pueden llamar así. Cada vez que había una actualización estética en el 603, los usuarios llevaban sus antiguas unidades y en la misma fábrica les hacían el upgrade. De esta manera resulta un tanto complicado fijar una cifra final y realista de unidades fabricadas del Tatra 603.

Tatra 603-1, característico por sus 3 faros, es el que en menor cantidad se produjo: 5.972 hasta el año 1962.

La versión 603-2 se caracterizó por pasar de 3 a 4 el número de faros. Además, estarían totalmente descubiertos, ya que la versión 603-1 los tenía por 3 piezas de vidrio. Otro cambio en este modelo es el tablero de instrumentos que fue modernizado, la separación de la rueda trasera se amplió por 55 mm y el motor fue modernizado.

Para 1966, el automóvil tiene un sistema de frenos más eficiente con discos en las 4 ruedas, mientras que en 1967 la altura de la ventana del frente fue ampliada por 66mm. Su fabricación duró hasta el año 1968.

La tercera versión tiene dos nomenclaturas diferentes. La oficial es 603-2 II y la oficiosa es la más común 603-3. Este desarrollo es considerado por los entendidos, como el más bello de las 3 series, destaca su nuevo diseño de frontal en el que los 4 faros se separan y entre ellos se ve el logotipo de la marca y el serial 603.

En los extremos del parachoques se colocan luces especiales para neblina, además el cinturón de seguridad se coloca como equipamiento standard en los asientos delanteros. Este segundo modelo dejó de ser producido en 1975 con 14.450 unidades construidas.





En la actualidad el Tatra 603 – en cualquiera de sus versiones – es una auténtica joya del coleccionismo. A pesar de ser visto como un símbolo del comunismo, al estar tan ligado al gobierno comunista de Checoslovaquia, su demanda no ha parado de crecer en los últimos años.

Por su diseño retrofuturista, ha intentado robar protagonismo en series y películas al elenco original.


lunes, 21 de diciembre de 2015

Tatra T87

El inicio del concepto de la aerodinámica.

Considerado como el primer coche de producción concebido con la mínima resistencia aerodinámica como una característica de diseño, el Tatra T87, tomó prestado los rasgos aerodinámicos de sus predecesores, para sí crear uno de los modelos más vistosos y con el menor coeficiente aerodinámico jamás creado.

La firma Tatra, toma prestado el nombre de los Montes Tatra, cordillera en la frontera de Polonia y Eslovaquia. Este nombre siempre se podrá ver acompañado del icónico símbolo V8 en cada uno de los modelos de la firma checa, al ser motorizado todos sus modelos, con esta distribución y número de cilindros.

El Tatra T87 de 1937 fue para la firma afincada en Kopřivnice – República Checa – la culminación del desarrollo tecnológico que habían iniciado con el anterior modelo T77, quedando el T87 como el coche de vanguardia automovilística en una época que sus competidores europeos, no pasaban de crear carruajes con motor.

Cada una de las 3000 unidades producidas – cifra escandalosamente baja – contaban con una estructura autoportante, soportando el tremendo motor de posición trasera, cuya aleación de magnesio y 2500 cc de V8, lograba obtener unos escasos 75cv, empujando el T87 hasta una velocidad máxima de 150 km/h.

Toda la refrigeración que requería este V8, eran satisfechas por las dobles entradas de aire a cada lado del Tatra T87. Para disipar el calor producido, se decidió por unas rendijas en la parte superior del motor, dejando una zaga de vistoso perfil.

Esta posición del motor, provocaba constantes “sustos”, debido a los casos de subviraje. La perfecta sintonía aerodinámica del Tatra T87, reflejada en un diseño que rompía con la entonces tradición, no pudo hacer nada con el pésimo reparto de pesos..

Hans Lebinka como diseñador jefe del T87, optó por un modelo cuyo flujo aerodinámico fuera casi perfecto, compensando así la escasa potencia del motor. Ruedas carenadas en la parte trasera y una más que lustrosa aleta trasera, deberían proporcionar al T87, esa facilidad y elegancia en ruta que en algunas ocasiones logró.

El interior del modelo, accediendo a través de puertas suicidas, se puede apreciar un aire art decó en cada rincón del T87. Con una serie de botones de fácil uso, el conductor disponía de una gran visibilidad, siempre y cuando se mirara hacia adelante, ya que la posición trasera del motor, hacía imposible la visibilidad trasera.

La ya citada visibilidad delantera, estaba bajo la responsabilidad del cristal delantero debido en tres partes, al no estar estandarizado la opción de la cobertura en la elaboración de cristal.

Como la visibilidad trasera, el espacio para equipaje tampoco fue clave en el Tatra T87. Con el motor ocupando la posición trasera, la delantera estaba reservada para las ruedas de repuesto, tan necesarias en ese periodo. Continuando con lo inusual de este modelo y aumentando la luz interior del Tatra T87, contaba con un techo solar, de apertura naturalmente manual.

Si la visibilidad natural estaba desarrollado con novedades como el techo solar, la visibilidad artificial tampoco sería común. Un tercer punto de luz delantero, proporcionaba un incremento de visibilidad del mismo grado como de extrañeza ante los presentes.

Visto en perspectiva, el Tatra T87 dispone de una silueta y sencillez muy similar al de todo un clásico del automóvil, el Volkswagen Beetle. Tal es la similitud, que hubo rumores sobre que no fue otro sino el T87, la base por la que Adolf Hitler y Ferdinand Porsche crearon su icónico “coche del pueblo”.

La Segunda Guerra Mundial, no permitió a Hans Ledwinka, el diseñador del T87, a poder iniciar un pleito contra VW. No fue hasta 1961 cuando se llegó a un acuerdo extrajudicial, gracias a la reapertura del caso.



Fuente: autopasion18.com, eltiempo.com, noticias.coches.....
Galería: Google